Extracto de libro: Leyendas y misterios de Pulacayo

El hospital tiene una gran historia, cuando Pulacayo estaba en su auge en la minería. Debido a la gran actividad minera llegaron muchos profesionales, entre arquitectos, ingenieros, geólogos, médicos, la mayor parte de ellos, eran profesionales extranjeros. El hospital fue
considerado el mejor de Bolivia, y los mejores médicos se encontraban en este centro minero. Habían diferentes especialidades como: cirujanos, dentistas, terapeutas, pediatras, ginecólogos, cardiólogos y otros.

En la mina trabajaban alrededor de cinco mil mineros aproximadamente, que llegaron de diferentes partes del país. Cuando ocurriá cualquier accidente, sonaba la sirena en todo el campamento minero, para anunciar la mala noticia. Por el trabajo de alto riesgo que cumplían en la mina, muchos mineros salían con algunas contusiones leves o irreparables como (mutilados), y en ocasiones morían en interior mina. Las esposas (en su mayoría Palliris)
esperaban fuera de la mina, con el único deseo de que no fuesen sus esposos los que habían sufrido el accidente: Por otro lado, cuando estaban en el hospital, rezaban por la pronta recuperación de los accidentados, y retornen al trabajo lo antes posible.

Los heridos y los fallecidos de los accidentes, eran trasladados directamente al hospital. Los médicos se movilizaban al instante para atender a los accidentados de manera prioritaria, con cirugías de urgencia, si había necesidad, y someterlos a tratamiento. En ocasiones las lesiones eran muy graves, llegaban hasta amputarles algunos miembros. Cuentan que los miembros amputados eran desechos en el rio, así como la sangre y materiales quirúrgicos como, jeringas, sueros, capsulas y agujas; lo que generaba la contaminación del rio con focos de infección, con agua color café. Las fuertes lluvias borraban del rio los vestigios de los trágicos accidentes, ocurridos en la mina de manera recurrente.

Visitamos el hospital. Entramos por el pasillo. Al fondo, encontramos la sala de bronconeumonía. Es una habitación grande, con ventanillas pequeñas, que servían sólo para saber si es de día o de noche. La enfermedad de la pulmonía es causada por el polvo que
tragaban, de las perforaciones con dinamita, que explotaban en la mina.