Extracto libro: CUENTOS Y LEYENDAS COMARAPA
En la población de Río Arriba, había una mujer que poseía una gran belleza y solo se dejaba
ver en la penumbra. A esta mujer la llamaban La chuchuda. Acostumbraba vestirse de negro y cubrirse el rostro con un manto; pero su característica particular eran sus grandes senos.
Esta mujer se aparecía a aquellos hombres que recorrían caminos solitarios, sobre todo de noche; los apartaba del camino llevándolos hacia la más profunda oscuridad. Los pertubaba con sus encantos, para luego dejarlos libres. En otros casos, terminaba con la vida de
sus víctimas.
Asimismo se asomaba a las cercanías del pueblo, apareciendo repentinamente ante aquellos que se dirigían a sus casas después de alguna infidelidad o borrachera.
En una ocasión en Pulquina Arriba, Luis un agricultor de la zona, invitó a una faina en su parcela a los comunarios para que le ayuden en el trabajo. Como retribución, compartió con todos comida y bebida al final de la jornada por el apoyo brindado.
Después del regocijo, uno a uno los trabajadores se fueron despidiendo. El dueño de la parcela fue uno de los últimos en dirigirse a su hogar y poco antes de llegar, en una de las curvas del camino, le apareció la chuchuda, quien le pidió que la acompañe. Luis al ver la
fisonomía de la mujer, se aterrorizo y cayó desmayado.
Al poco tiempo, el hombre volvió en sí, y en el lugar ya no se encontraba la chuchuda, entonces decidió retomar el camino a casa. Al día siguiente contó lo sucedido a uno de sus
amigos, quien también le indicó que había vivido lo mismo una semana antes; desde entonces decidieron que se harían compañía en el regreso a casa y hacerlo antes de la puesta del sol.