Historia de Pulacayo

Historia de Pulacayo.- Rodrigo Plata, Encargado del Archivo Regional Pulacayo, que es parte del Archivo Histórico Minería Nacional de la Corporación Minera de Bolivia, nos presenta un video sobre el Museo Minero Pulacayo. En este video, se describen los diferentes espacios, los objetos del museo y se brinda una breve historia de la Casa, la cual perteneció originalmente al ex Presidente Aniceto Arce.

Pulacayo se encuentra dentro del Municipio Autónomo de Uyuni, en la Provincia Quijarro del Departamento de Potosí, en el Estado Plurinacional de Bolivia. Está situado entre las cordilleras de los Chichas y los Frailes, a 25 km de la ciudad capital del municipio de Uyuni y a 10 km al suroeste del antiguo Ingenio Metalúrgico Huanchaca. Se encuentra a una altitud de quince mil pies sobre el nivel del mar, mil quinientos pies más alto que Uyuni. El clima en la zona es frío, con un notable aumento de las temperaturas durante el otoño e invierno.

HISTORIA DE PULACAYO DURANTE LA ÉPOCA COLONIAL

No se tiene una fecha precisa del descubrimiento de Pulacayo. Durante el siglo XVIII, entre 1773 y 1793, Manuel Antonio Tardio de Agorreta fue el encargado de la explotación minera en la zona. Sin embargo, debido a los levantamientos indígenas a finales de ese siglo y a la guerra de independencia en las primeras décadas del siglo XIX, el asiento minero fue abandonado. Las minas quedaron sepultadas y en desuso debido a la inactividad económica en la región, así como a las constantes amenazas e intimidaciones por parte de la republiqueta guerrillera de Porco (Condarco, 2002).

HISTORIA DE PULACAYO DURANTE LA ÉPOCA DE LA REPÚBLICA

En 1833, Pulacayo fue redescubierto gracias al impulso y la perseverancia de Mariano Ramírez. En 1876, se fundó la Compañía Huanchaca de Bolivia, que operó como una empresa minera industrial hasta 1952. Este yacimiento minero se hizo conocido como la segunda comarca argentífera más grande del mundo, después de una ubicada en Australia. Los principales actores de este desarrollo fueron los industriales mineros Aniceto Arce y Gregorio Pacheco, quienes son reconocidos como los patriarcas de la plata.

En 1952, durante la Revolución Nacional, la Compañía Huanchaca de Bolivia fue nacionalizada y se estableció la Empresa Minera Pulacayo (1952-1958). Posteriormente, se creó la Planta Industrial de Pulacayo (1960-1997), ambas dependientes de la Corporación Minera de Bolivia, la cual fue creada mediante el Decreto Supremo 3196 del 2 de octubre de 1952 con el objetivo de administrar las minas nacionalizadas.

Antes de 1952, la Compañía Huanchaca de Bolivia (Grupo Pulacayo) estuvo bajo la administración de Mauricio Hochschild, un destacado industrial minero conocido como uno de los Barones del Estaño.

ARCHIVO REGIONAL PULACAYO

El Archivo Regional Pulacayo es responsable de la custodia y preservación de documentos de archivo producidos por el Fondo Documental de la Compañía Huanchaca de Bolivia, así como del Fondo Documental de la Corporación Minera de Bolivia. Estos fondos incluyen documentos de la Empresa Minera Pulacayo y la Planta Industrial Pulacayo.

COMPAÑÍA HUANCHACA DE BOLIVIA

El código de identificación para este fondo documental es BO/SACMB/CHB/. La extensión del archivo abarca 30 metros lineales y cubre un período cronológico desde 1833 hasta 1952.

CORPORACIÓN MINERA DE BOLIVIA

Empresa Minera Pulacayo

El código de identificación para este fondo documental es BO/SACMB/EMP/. La extensión del archivo abarca 25 metros lineales y su período cronológico comprende desde 1952 hasta 1958.

Planta Industrial Pulacayo

El código de identificación para este fondo documental es BO/SACMB/PIP/. La extensión del archivo abarca 300 metros lineales y cubre un período cronológico desde 1960 hasta 1997.

Mapoteca

La mapoteca está compuesta por dos fondos documentales:

Compuesta por dos Fondos Documentales:
1) Compañía Huanchaca de Bolivia,
2) Corporación Minera de Bolivia
a. Empresa Minera de Pulacayo
b. Planta Industrial Pulacayo.

El Archivo conserva un total de 13.621planos.
Les invitamos al recorrido del Museo Minero.

Por: Carola Campos