La chola paceña

La chola paceña, implica encontrarse con maneras y modos de vestir que sobreviven por más de 500 años y que buscan formas de hacer más bella su presentación en la actualidad, en su propio estilo de atuendo, adjuntándole elementos que adornan, colorean, suavizan, protegen y embellecen la imagen que desprende la chola en su presentación, accesorios de la propia modernidad a los cuales se accede y que en el pasado eran restringidos sólo al uso de las “damas”, “señoras”, “señoritas”, de vestido.
Chola, Origen del nombre
Según don Antonio Paredes Candia, en su libro “La Chola Boliviana”, la palabra chola procede del español chulo: palabra que identifica al individuo varón, que colabora con el torero, dentro del ruedo de toros, distrayendo al animal cuando el matador hace cambio de capa. La hembra del chulo la chula, “…vestía saya larga, plisada, una blusa adornada de encajes y volados y sobre los hombros un mantón de espumilla, bordado de flores, el llamado mantón de Manila. La chula es muy donairosa en su porte y atrevida en sus actitudes y palabras”.
Chola paceña, La Transformación de la Vestimenta
El mundo de la moda chola paceña se presenta como una amalgama de influencias históricas y contemporáneas, donde la evolución es evidente en tres aspectos clave: el uso de cosméticos, la incorporación de materiales importados y la introducción de nuevas tendencias en joyería. Estos elementos permiten estratificar la vestimenta de las Cholas en diferentes contextos sociales y actividades, como las tradicionales festividades anuales, donde despliegan con gracia su elegancia y el coste de su atuendo. Además, las Cholas han trascendido su rol en la esfera laboral, integrándose en diversos ámbitos profesionales recientemente.
Raíces de la chola en la Vestimenta de Antaño
En los siglos XVI y XVII, las mestizas se destacaban por su vestimenta lujosa y elegante, confeccionada con telas como seda, tafetán y terciopelo. Sus atuendos incluían polleras, mantas, sombreros, jubones ajustados y botas, caracterizados por su colorido y extravagancia, que les valió el apelativo de «chulas» por parte de los europeos residentes. El sombrero, en particular, desempeñaba un papel significativo en la vestimenta de la Chola paceña, marcando su estatus y calidad. Sin embargo, en años recientes, estos sombreros han sido objeto de deseo para los ladrones debido a su valor y sofisticación, lo que ha llevado a que muchas mujeres de pollera dejen de usarlos a diario.
La Evolución del Sombrero de la Chola paceña
Hasta la década de 1920, los sombreros de las Cholas estaban confeccionados con fibras de esparto y cubiertos con pigmento de albayalde. A partir de entonces, los sombreros bombín de fieltro importados de fábricas americanas, italianas y alemanas se pusieron de moda. Estos sombreros solían tener una altura de unos 15 centímetros y alas planas de 5 a 6 centímetros, con el blanco como color predominante en esos tiempos.
La Elegancia esta en la Manta de la chola paceña
En el pasado, las Cholas paceñas solían llevar dos tipos de mantas: una de pecho, tejida generalmente con lana de vicuña y sujeta a un hombro con un delicado alfiler de orfebrería; y una manta de abrigo que cubría sus hombros y que sostenían con los antebrazos por delante. Estas mantas podían ser de lana con colores sobrios o de seda con elaborados bordados. Sin embargo, en la actualidad, muchas Cholas han reemplazado la manta de abrigo por corpiños tejidos o chompas, que pueden tener diseños propios o adquirirse en tiendas.
Diversidad de la Pollera en la chola paceña
La pollera, una prenda esencial en el atuendo de la Chola paceña, se caracteriza por sus cuatro alforzas o bastas, su longitud y su grosor, adecuados para el clima frío en el que viven. La calidad de las telas utilizadas varía desde las más industriales hasta las artesanales, y esta distinción ha marcado la vestimenta de las Cholas durante generaciones. Las telas producidas artesanalmente en áreas rurales se diferencian de las importadas desde el extranjero, que se usan en zonas urbanas.
Las Elegantes Enaguas de la Chola
Además de la pollera, las Cholas utilizan enaguas, sayas, fustanes o «mankhancha» en idioma aymara, que son polleras interiores que se usan entre la pollera exterior y la ropa interior. Estas enaguas suelen estar hechas de telas más ligeras y suaves, como lienzo, lino o algodón, para proporcionar calor en temperaturas frías. A menudo, están adornadas con encajes.
Zapatos y Joyas
Una de las transformaciones más notables en la vestimenta de las Cholas paceñas es la evolución de los zapatos. Las botas que solían usar eran de caña alta, ajustadas a las piernas y con un tacón estilo Luis XV. Sin embargo, los colores y estilos variaban según la ocasión. En cuanto a las joyas, estas siempre han sido un distintivo importante de estatus económico y social. Las joyas, como los broches, anillos con rubíes y esmeraldas, y la ramada (una joya en forma de tallo con hojas y flores), han sido y siguen siendo una parte esencial del atuendo chola paceña, que refleja su herencia y estatus.