El descubrimiento de América – Origen de la conquista del Perú, Viajes de Pizarro y Almagro, La traición de Cajamarca, Prisión y muerte de Atahuallpa

Claro, a continuación, te proporciono el texto correspondiente a cada título:

El descubrimiento de América:

El descubrimiento de América, Hace más de cuatrocientos años la América era desconocida para los habitantes del llamado Antiguo Continente, por la deficiencia de los descubrimientos geográficos. Como se suponía que la Tierra era plana, nadie había intentado la navegación de los mares hacia el oeste, hasta que el marino Cristóbal Colón (según se cree de origen genovés), concibió la idea de que, navegando hacia el poniente, había de llegar a las Indias Occidentales, apoyándose en la hipótesis, entonces combatida, de que la Tierra era redonda.

Escaso de recursos para llevar a cabo su atrevida empresa, recorrió varios países de Europa en busca de ayuda, pero de todas partes fue despedido con evasivas o con negativas rotundas. Se le tomaba por loco y las gentes se burlaban de sus proyectos. Sin desengañarse y lleno de confianza en el éxito de sus planes, pidió entonces y obtuvo el apoyo de los reyes de Castilla D. Fernando y Doña Isabel, generalmente conocidos en la historia con el nombre de Reyes Católicos.

Con los recursos que le proporcionó la reina, que consistían en tres carabelas con su tripulación y algún dinero, Colón equipó su expedición y se hizo a la mar en el Puerto de Palos, tomando rumbo al occidente.

El descubrimiento de América: la Travesía que Reveló un Nuevo Mundo

La travesía del océano fue larga y penosa. El intrépido navegante estuvo a punto de perder la vida, pues sus hombres se sublevaron amenazándole con apoderarse de su persona y victimarlo, si en el término de tres días no se divisaba tierra. Colón dominó la sublevación a fuerza de energía y, en la mañana del 12 de octubre de 1492, la escuadra avistó la isla de Guanahani, en donde los expedicionarios desembarcaron, tomando posesión de ella en nombre de los reyes de España y bautizándola con el nombre de San Salvador. La expedición había partido de Palos el 3 de agosto y la travesía había durado, por tanto, dos meses y nueve días.

El descubrimiento de América, Un Nuevo Mundo Revelado

Colón regresó a España llevando algunos de los naturales de la isla descubierta y muestras de los productos, animales y vegetales de la misma. La afortunada aventura despertó gran interés en la península y pronto se armaron varias expediciones. Una de ellas tocó por fin con el continente americano.

Empezó entonces el período de los descubrimientos y de la conquista de las tierras y de los pueblos que ocupaban esta parte del planeta, y pronto se convencieron, en Europa, de que Colón y los continuadores de su empresa no habían encontrado una ruta más directa para las Indias Occidentales, como fuera su propósito, sino un Nuevo Mundo, hasta entonces desconocido.

Origen de la conquista del Perú:

Poco después del descubrimiento del Mar del Sud, o sea del océano Pacífico, los españoles instalados en Panamá tuvieron noticia de que existía un gran imperio en donde el oro y la plata abundaban como en otras partes el hierro. Ese imperio no era sino el Tahuantinsuyo, cuya fama había llegado hasta el norte del continente, a pesar del aislamiento en que vivían por entonces los pueblos autóctonos, unos respecto de otros.

Viajes de Pizarro y Almagro:

Inmediatamente nació la idea de emprender la conquista de ese reino, y dos atrevidos soldados, llamados Francisco Pizarro y Diego de Almagro, asociados con el cura de Panamá, D. Hernando de Luque, la pusieron en práctica, equipando una expedición. El cura Luque contribuyó con la suma de veinte mil pesos, y Pizarro y Almagro con su esfuerzo personal.

Saliendo de Panamá por mar, con una pequeña fuerza, al cabo de mil penalidades llegaron los expedicionarios a una isla que llamaron del Gallo, en donde se les agotaron los recursos y los víveres.

En tal situación resolvieron que Pizarro quedara allí con una parte de su gente, mientras Almagro regresaba a Panamá a pedir al gobierno un auxilio que les permitiera continuar la empresa, Pero el gobernador no solamente negó los recursos que se le pedían, sino que por el contrario mandó dos buques y un comisionado con el encargo de regresar a la gente.

Intimado Pizarro para cumplir la orden de la autoridad de Panamá, por toda respuesta desenvainó la espada y trazó con ella una raya en el suelo, de oriente a occidente, diciendo a sus hombres: «Por acá se va al Perú a ser rico; por acá se va a Panamá a ser pobre. Elija todo buen castellano lo que mejor le estuviere». Y pasó la raya, seguido solamente por trece hombres.

Pizarro y la Expedición que Desveló las Riquezas del Nuevo Mundo

El comisionado volvió a Panamá con el resto de la gente, pero poco después llegaba Almagro a la isia del Gallo con algunos refuerzos, y con ellos se pudo avanzar hasta Tumbes, población perteneciente al imperio buscado, en donde los expedicionarios pudieron convencerse de que no se exageraba la fama de la riqueza del Perú, nombre que entonces empezó a darse al país descubierto.

Convencido Pizarro de que la conquista de tan importante nación no podía emprenderse sino con mayores recursos, se dirigió entonces a España en demanda de la protección del rey. Aunque la ayuda del monarca fue escasa, Pizarro regresó a Panamá y allí alistó una nueva expedición compuesta de tres navíos, ciento ochenta hombres y veintisiete caballos. En la mitad del viaje recibió un refuerzo que le llevaba Hernando de Soto y llegando a Tumbes, desembarcó, dirigiéndose resueltamente a Cajamarca.

El inca Atahuallpa, vencedor de Huáscar en la guerra que acababa de terminar, se hallaba en la región del norte de su imperio, muy cerca del lugar en que habían acampado los españoles. Al llegar Pizarro y su gente a Cajamarca, Atahuallpa estaba a una legua de distancia de la población, tomando baños, acompañado de su corte y de un numeroso ejército.

Los españoles no tardaron en darse cuenta de que, con sus escasas fuerzas, y no obstante la superioridad de las armas, no les sería posible apoderarse violentamente del emperador Inca, y resolvieron usar de la astucia para conseguirlo.

La traición de Cajamarca:

Después de mandar al inca una embajada en son de paz, y de obtener la promesa de que Atahuallpa vendría al día siguiente a dar la bienvenida a los hombres blancos, animado de sentimientos pacíficos y hospitalarios, los españoles prepararon la emboscada. Ocultándose en las edificaciones que rodeaban la plaza de Cajamarca, dejaron venir al inca y a su comitiva, hasta que éstos desembocaron en el recinto cerrado, y sólo enviaron al encuentro del emperador al capellán de la expedición, fray Vicente Valverde, que se adelantó con un crucifijo y un brevario pidiendo al inca, por medio de un intérprete, que se declarara súbdito del rey de España, abrazando la religión católica.

Como dijeran a Atahuallpa que los principios de la religión que se le proponía adoptar estaban contenidos en aquel libro, pidió el brevario, lo aplicó al oído, creyendo escuchar algo, y como nada oyera, irritado por la burla, lo ‘arrojó con violencia.

No esperó más el padre Valverde para dar la señal de ataque a los españoles emboscados, y saliendo éstos arremetieron contra los indígenas indefensos y sin armas, aterrorizados por los caballos que veían por primera vez y por la detonación de las armas de fuego. Despues de una horrible carnicería, Pizarro se apoderó de la persona del inca, a quien sus leales vasallos habían tratado de proteger con sus propios cuerpos.

Prisión y muerte de Atahuallpa:

Prisionero de los españoles, Atahuallpa no tardó en darse cuenta de que los hombres blancos obraban impulsados por el aliciente de los metales preciosos, y propuso entregar por su rescate una habitación llena de oro, hasta donde alcanzara su mano, y dos habitaciones llenas de plata. Aceptada la propuesta, sus cortesanos trajeron de las regiones más distantes del reino la cantidad de oro y de plata necesaria para pagar lo estipulado, pero los españoles faltaron a su palabra y se negaron a poner en libertad al emperador, temerosos sin duda de que se pusiera a la cabeza del ejército y los arrojara del país. Por el contrario, resolvieron darle muerte y lo sentenciaron a ser quemado vivo, pena que le fue conmutada, bajo la promesa de dejarse bautizar, por la de garrote.

Los conquistadores se repartieron el botín y quedaron dueños del Perú, cuya ocupación, no sin grandes dificultades, pues los indígenas del sud y del interior ofrecieron desesperada resistencia.
Así se llevó a cabo la conquista del Perú en el año 1532, o sea cuarenta años después del descubrimiento de América por Colón.

Historia de Bolivia.