LA CIUDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
La ciudad de Trinidad, capital del departamento del Beni – Bolivia, tiene una rica historia y una ubicación estratégica en la región. Fue fundada el 13 de junio de 1686 por el padre jesuita Cipriano Barace a orillas del río Mamoré. Sin embargo, algunos argumentan que su fundación se debe a Pedro Marbán y Juan Mendoza Mate de Luna en 1603. La ciudad ha experimentado un cambio de ubicación debido a las inundaciones, trasladándose en 1769 a una posición aproximadamente 14 kilómetros más al sur, donde se encuentra actualmente a una altitud de 155 metros sobre el nivel del mar (msnm).
Trinidad es la capital del departamento del Beni y la primera sección municipal de la provincia Cercado. Está situada en la parte sureste del departamento del Beni y limita al norte con el municipio San Javier, al sur con la provincia Marbán (municipios Loreto y San Andrés), al este con el departamento de Santa Cruz (municipio Ascensión de Guarayos), y al oeste con la provincia Moxos (municipio de San Ignacio). El territorio del municipio tiene una altitud promedio de 155 msnm y su relieve varía de plano a moderadamente inclinado, lo que puede dar lugar a inundaciones estacionales debido al estancamiento del agua de lluvia, que generalmente fluye hacia el norte. El clima es cálido, con una temperatura promedio de 24.8°C.
El municipio de Trinidad está organizado en 47 juntas vecinales, distribuidas en 8 distritos urbanos, 6 comunidades en tres distritos rurales y un distrito indígena. La población indígena es principalmente mojeña, con una minoría de sirionó. Trinidad desempeña un papel importante como centro de producción ganadera y pecuaria en el departamento del Beni. Es el epicentro administrativo y comercial más dinámico del norte de Bolivia, aunque a veces ha sido relegado en las políticas estatales de desarrollo.
La ciudad de Trinidad cuenta con una comunicación constante durante todo el año a través de carreteras, en particular con Santa Cruz de la Sierra, lo que permite un comercio activo de productos agrícolas, ganaderos y madereros. Durante la época seca, la ciudad mantiene conexiones con La Paz, Perú y Brasil, lo que le permite exportar productos como castaña, goma y ganado. El municipio también cuenta con carreteras que conectan con varias poblaciones dentro del departamento. Además, dispone de un aeropuerto de mediana capacidad y un puerto en el río Mamoré, lo que le brinda acceso a la vasta cuenca amazónica.
La bandera de La Santísima Trinidad

Presenta una profunda simbología que refleja la identidad y la historia de la región. El fondo de color verde oscuro simboliza las vastas pampas y bajíos que caracterizan la zona, así como la enseña nacional que compartimos como nación.
La franja roja en la parte izquierda de la bandera es un poderoso recordatorio de la sangre valiente derramada por los hombres y mujeres del pueblo étnico mojeño. Esta franja roja representa el sacrificio y el coraje de quienes han luchado por esta tierra.
En el pequeño cuadrado rojo en la parte superior izquierda de la bandera, se encuentra una cruz dorada. Esta cruz no solo es un símbolo religioso, sino que también representa la herencia y la espiritualidad del pueblo étnico del Beni. Sus terminaciones en forma de cuernos son un signo de poder, fuerza y triunfo, recordando el sacrificio del crucificado en la cruz. Esta cruz nos recuerda la importancia de la fe y la resiliencia en tiempos difíciles.
El escudo de La Santísima Trinidad

Es un símbolo que encapsula la esencia y la historia de esta ciudad. En su centro, destaca una cruz de madera, que simboliza la fe y la espiritualidad que son fundamentales en la identidad de la comunidad. Junto a la cruz, encontramos la imagen de la Santísima Trinidad, que actúa como unificador de los elementos presentes en el escudo.
La parte inferior del escudo está dividida en tres secciones que contienen diversos elementos significativos. Las torres de la catedral representan la importancia de la religión en la ciudad. El machetero en apronte refleja el trabajo duro y la laboriosa vida de la comunidad. La planta de motacú es un símbolo de la riqueza natural de la región. El toro y las dos palmeras representan las características geográficas de las pampas de La Santísima Trinidad.
Además, el escudo incluye dos flechas de caza y un arco de chonta, que son símbolos de los métodos tradicionales de caza y alimentación de los habitantes originarios de la región.
En las partes laterales del escudo se encuentran dos flores de patujú, que son típicas de la región y aportan un toque de color a la composición, reflejando los tres colores de la bandera nacional.
En la parte inferior del escudo, en sentido horizontal, están inscritas las palabras «Santísima Trinidad» en color negro sobre un fondo blanco-plateado, lo que otorga un toque de elegancia y solemnidad al conjunto.
La aprobación oficial del escudo y la bandera de La Santísima Trinidad, según la Ordenanza Municipal N° 22/2006 del 21 de junio de 2006, reconoce la importancia de estos símbolos en la identidad y la historia de la ciudad, y los consagra como representativos de la comunidad.
PADRE CIPRIANO BARACE

Ante la escasez de misioneros en el Perú, el Padre Barace solicitó ser destinado a la proyectada Misión Mojos, una región donde llevaría a cabo su labor apostólica junto al Hermano José del Castillo y el Padre Pedro Marbán. Entre las instrucciones dadas a los misioneros, se encontraba la de informar sobre la disposición de los nativos para recibir la doctrina del Evangelio. El ingreso definitivo de los jesuitas a Mojos se produjo en junio de 1675. Barace y Marbán, acompañados por doce canoas de indios mojeños, recorrieron el río Guapay hasta llegar al río Mamoré. Posteriormente, el 9 de junio de 1686, el Padre Barace fundó la Misión de Trinidad, donde introdujo la ganadería vacuna y caballar por orden del Superior de la Misión, el R.P. Pedro Marbán.