Leyenda de Laguna Brava.- Cerca de Comarapa, en una de las serranías de la comunidad La Jara se encuentra “La Laguna Brava”, un lugar al que hace muchos años era muy difícil de llegar. Cuentan que los viajantes que se acercaban a la zona, se encontraban con lluvia intensa que se convertía muchas veces en tormenta. Si las personas persistían en su intento de llegar hasta la
laguna, aparecía un toro cubierto de barro que de sus astas salía fuego con chispas. Era la criatura encargada de resguardar el camino hasta la laguna.

En ocasiones cuando en el bañado de Chilón no llovía, los pobladores se juntaban en un grupo y se dirigían a las cercanías de la laguna para hacer algunas rogativas pidiendo que llueva, tras lo cual empezaba a llover beneficiando a los cultivos.

Un profesor de Comarapa que no creía en esta leyenda, decidió llevar a sus estudiantes de excursión a la laguna; una vez estando en las cercanías, algunos de los estudiantes decidieron no continuar y regresaron a sus casas por temor a lo que pudiera suceder.

Mientras se acercaban al lugar, empezó a nublarse. Asustados, el resto de estudiantes que acompañaba al profesor, optó por volver al pueblo, temiendo lo que pudiera pasar. El profesor continuó el camino, pero terminó perdido en el lugar durante toda la noche. Solo al día siguiente logró encontrar el camino, regresando a su casa muy enfermo.

Actualmente la laguna ya no es brava porque se molestó de que muchas personas estén siempre merodeando el lugar. Aunque se dice que si un visitante llega al lugar, todo parece nublarse repentinamente.

Extracto libro: CUENTOS Y LEYENDAS COMARAPA