Extracto libro: CUENTOS MITOS Y LEYENDAS – Provincia Chiquitos
Una tarde mi padre me contó una leyenda de acá de Santiago que su abuelo le había contado, y dice así:
Hace mucho, pero mucho tiempo en Santiago vivía un hombre llamado Julio. Era un hombre malo, ambicioso y avaro con su dinero, no quería a las personas que entraban a su casa a husmear; fue acumulando su riqueza y tanta fue su suerte que encontró oro en el cerro, se puso muy contento por la gran riqueza que tenía en su poder.
Y así pasaron los años, don Julio continuo acumulando y acumulando su riqueza. Entonces llegó el día en que don Julio se enfermó y quedó a unos pasos de la muerte, antes de morir llamó a un ayudante que trajera su burrito y dos buracas. Le dijo al ayudante: Tenés que ayudarme a esconder el oro a donde nadie lo encuentre.Sí señor, contestó el ayudante.
Entonces en el burrito cargó las buracas con el oro y comenzaron el viaje hacia una cueva llamada Yacapichá, en esa cueva escondió el oro que estaban en las buracas y de malo mató a su ayudante y de paso a su burrito y ahí mismo los sepultó, para que nadie supiera donde había escondido el oro. Después volvió a su casa a esperar su muerte.
Una noche el cielo se puso nublado y comenzó una tremenda lluvia. Don Julio fue a mirar la cueva donde había escondido su tesoro y vio que la cueva se había derrumbado, en ese instante don Julio cayó muerto al suelo de ver la tragedia que había sucedido.
Desde ese entonces, el tesoro quedó perdido en la cueva de Yacapichá.
Algunas personas que supieron del tesoro de don Julio comenzaron a buscarlo pero nunca lo encontraron y el tesoro quedó perdido para siempre.
Y así termina la leyenda que mi abuelo le había contado a mi padre y que él me contó a mí.