El Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia: 140 años custodiando la memoria de la patria
El 18 de octubre de 1883 marca un hito fundamental en la construcción de nuestra identidad nacional. Ese día, mediante Ley de la República, se creó el Archivo Nacional de Bolivia, institución que hoy, fusionada con la Biblioteca Nacional, constituye el pilar fundamental de nuestra memoria histórica como nación.

Los cimientos del Archivo y Biblioteca
El Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB) no es simplemente un repositorio documental. Es el guardián de los papeles que dan testimonio de nuestro devenir como sociedad, desde los tiempos de la Real Audiencia de Charcas hasta la actualidad.
La importancia de esta institución se hace evidente cuando repasamos sus fondos documentales:
- El período colonial (siglos XVI-XIX), con documentos únicos de la administración española
- La etapa republicana (siglo XIX-XXI), que narra nuestra construcción como Estado
- Las colecciones particulares, que completan el mosaico de nuestra historia
Gunnar Mendoza: el archivero de la patria
Hablar del ABNB es hablar necesariamente de Gunnar Mendoza Loza, su director durante 50 años (1944-1994). Mendoza no fue simplemente un funcionario, fue un intelectual comprometido con la preservación de nuestra memoria.
Su lucha por dotar al archivo de un edificio adecuado refleja la permanente tensión en nuestro país entre la importancia de la cultura y las limitaciones materiales. Hoy, cuando vemos el nuevo edificio en Lajastambo, debemos recordar que es el resultado de décadas de esfuerzo.
La memoria reconocida por el mundo
El programa Memoria del Mundo de la UNESCO ha reconocido siete de nuestros fondos documentales como patrimonio de la humanidad. Entre ellos destacan:
- El Diario de José Santos Vargas (testimonio único de la Guerra de Independencia)
- El Fondo de la Real Audiencia de Charcas (base de nuestra administración colonial)
- El Álbum de Melchor María Mercado (mirada excepcional al siglo XIX boliviano)
Estos reconocimientos no son meros títulos honoríficos. Son la constatación internacional de que Bolivia custodia documentos fundamentales para entender la historia de América.
Reflexión final Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia
En estos 140 años, el ABNB ha sido testigo mudo de nuestras grandezas y miserias como nación. Los documentos que resguarda no son papeles viejos: son las pruebas materiales de nuestros aciertos y errores, de nuestras glorias y derrotas.
Como sociedad, debemos preguntarnos: ¿estamos haciendo lo suficiente por preservar esta memoria? ¿Estamos consultando estos documentos para no repetir los errores del pasado? El ABNB no es solo un archivo, es un espejo que nos muestra quiénes fuimos para entender quiénes somos.
