LA LEYENDA DEL MANÍ
La leyenda del maní, narra la leyenda sobre una de las tribus indígenas del oriente boliviano, que vivían a orillas de un río, que un día, un hombre salió a cazar para alimentar a su familia que hacía varios días no comía apropiadamente. Después de caminar durante mucho tiempo por el monte, regresó a su casa apesadumbrado, ya que no había podido cazar un solo animal y en el río
tampoco había encontrado peces y su familia seguiría pasando hambre.
Mientras caía la tarde, el hombre caminaba hacia su casa arrastrando los pies cansados, con hambre y apenado. Al entrar a su choza, se sorprendió al no ver a ningún miembro de su familia y más sorprendido quedó cuando encontró dentro de su casa a una bella mujer peinando sus largos y abundantes cabellos que le cubrían su cuerpo desnudo.
El hombre atónito le preguntó qué hacía ahí. La mujer con una suave voz y sonrisa le contestó: “Vengo a ayudarte para que siempre tengas comida, por eso peino mis cabellos”. Mientras hablaba la mujer de cabellos largos y negros continuaba peinándose.
De pronto, como por arte de magia, aparecieron en el suelo unas vainitas chicas y gruesas de color gris y mientras más se peinaba la mujer, más vainitas aparecían.
Cuando se hizo un montón tan grande de vainitas que no se podía ver a la hermosa mujer de cabellos largos, el sol se perdió en el horizonte y con ella la mujer. La noche había caído.
De esa manera se relata la aparición del maní, un fruto muy sabroso con los que la familia
de aquel hombre logró dejar de pasar hambre y que hasta hoy en día es consumida por hombres y mujeres de todo el mundo.
Extracto libro: CUENTOS Y LEYENDAS COMARAPA