Brota el himno sonoro que clama
de la Patria la nueva heredad, con
sus notas se esculpe la vida en
acordes de viento y de mar.

Afirmemos la fe y esperanza en
acentos de bronce y crisol, que en
los riscos del Ande se escucha la
plegaria del nuevo blasón.

De Tupiza, al Chorolque ya alumbran
las estrellas con límpido ardor, y en tu
cielo se bordan las nubes como
emblemas de paz y de amor.

 
Es la tierra soberbia la nuestra y en
tu suelo se esculpe el honor, son tus
hombres que escudan acero
proclamando a los vientos su voz.

Es Tumusla, la voz que reclama de
Bolivia la unión nacional,
conservando la herencia preclara
en su lucha de paz y libertad.

De Suipacha, se agita el emblema
valerosos chicheños oíd forjadores
de un pueblo altivo que ya sabe
de su heroico vivir.

ANALISIS DEL HIMNO DE TUPIZA

Brota el himno sonoro que clama
de la Patria la nueva heredad, con
sus notas se esculpe la vida en
acordes de viento y de mar.

La primera estrofa del «Himno a Tupiza» describe el himno como un poderoso llamado que celebra la relación de Tupiza con la Patria boliviana. Utiliza metáforas musicales para representar la importancia de la música y la naturaleza en la cultura de la región.

Afirmemos la fe y esperanza en
acentos de bronce y crisol, que en
los riscos del Ande se escucha la
plegaria del nuevo blasón.

la segunda estrofa llama a mantener la fe y la esperanza con determinación y fuerza, y sugiere que esta actitud se nutre en la naturaleza de los Andes, conectando la identidad de Tupiza con su entorno geográfico y espiritual. La palabra «blasón» puede referirse a un emblema o símbolo, lo que implica una renovación o afirmación de la identidad y los valores de Tupiza.

De Tupiza, al Chorolque ya alumbran
las estrellas con límpido ardor, y en tu
cielo se bordan las nubes como
emblemas de paz y de amor.

«De Tupiza, al Chorolque ya alumbran las estrellas con límpido ardor»: Esta línea sugiere que en Tupiza, en las cercanías del monte Chorolque, las estrellas brillan con un resplandor claro y puro. Esta imagen evoca la idea de un lugar especial y mágico, donde la belleza de la noche se hace evidente.

Y en tu cielo se bordan las nubes como emblemas de paz y de amor»: Aquí se describe el cielo de Tupiza como un lugar donde las nubes se convierten en símbolos visibles de paz y amor. Esto refuerza la imagen de Tupiza como un lugar de serenidad y belleza natural.

En conjunto, esta parte del himno celebra la belleza de Tupiza y su entorno natural, enfatizando la idea de que la región es un lugar especial donde la naturaleza misma parece transmitir un mensaje de paz y amor.

Es la tierra soberbia la nuestra y en
tu suelo se esculpe el honor, son tus
hombres que escudan acero
proclamando a los vientos su voz.

Esta parte del «Himno a Tupiza» resalta la grandeza de la tierra de Tupiza y la virtud de sus habitantes. Se elogia la tierra por su majestuosidad y se enfatiza que el honor está arraigado en la región. Además, se destaca la valentía de los hombres de Tupiza, quienes protegen y defienden sus valores con determinación, proclamando su voz con fuerza y ​​compromiso. Esta estrofa refuerza el orgullo y la fortaleza de la comunidad de Tupiza.

Es Tumusla, la voz que reclama de
Bolivia la unión nacional,
conservando la herencia preclara
en su lucha de paz y libertad.

«Es Tumusla, la voz que reclama de Bolivia la unión nacional»: «Tumusla» se presenta como una entidad o símbolo que aboga por la unidad de Bolivia. Esta referencia puede ser a un grupo o un lugar importante en la historia de la nación. Se enfatiza la importancia de la unión nacional.

«Conservando la herencia preclara en su lucha de paz y libertad»: Se destaca que Tumusla, sea lo que represente, tiene un papel crucial en la preservación de una herencia valiosa y en la lucha por la paz y la libertad. Esto puede referirse a un papel histórico en la defensa de los valores de Bolivia.

De Suipacha, se agita el emblema
valerosos chicheños oíd forjadores
de un pueblo altivo que ya sabe
de su heroico vivir.

«De Suipacha, se agita el emblema»: Se hace referencia a la Batalla de Suipacha, un conflicto importante en la lucha por la independencia de Bolivia. El «emblema» podría referirse a la bandera o símbolo que representa esta batalla y su significado histórico.

«valerosos chicheños oíd forjadores de un pueblo altivo»: Se elogia a los «chicheños» por su valentía y determinación, destacándolos como los forjadores de un pueblo orgulloso y digno. Esta referencia muestra el papel fundamental que desempeñaron en la historia de Tupiza.

«que ya sabe de su heroico vivir»: Se reconoce que el pueblo de Tupiza tiene una historia de vida heroica y que ha aprendido de sus experiencias y desafíos. Esta línea resalta la resiliencia y la fortaleza de la comunidad.

HIMNO A TUPIZA

El Himno a Tupiza fue creado por el Prof. Hugo Molina Viaña (letra) y el Prof. Luis Yáñez Gonzales (música), a pesar de no ser nativos de Tupiza. Sus contribuciones a la educación, la música y la cultura de Tupiza fueron significativas. El artículo proporciona detalles sobre la autoría del himno, su origen, estreno en 1951, aprobación oficial por el Ministerio de Educación y Cultura, y su institucionalización por el Gobierno Municipal de Tupiza a través de una ordenanza. En consecuencia, el Himno a Tupiza es un símbolo cultural y cívico importante de la ciudad.

El Himno a Tupiza se estrenó el 8 de septiembre de 1951 en un evento organizado por la Jefatura del Distrito Escolar del Sud en Tupiza. Fue interpretado por el Coro del Magisterio local y acompañado por el piano del Maestro Luis Yáñez Gonzales. Este evento contó con la presencia de autoridades municipales, militares, políticas y educativas, incluido el Dr. Enrique Baldivieso. Más tarde, en una Velada de Gala de los Primeros Juegos Florales de Tupiza el 10 de octubre de 1951, el himno se interpretó por segunda vez, esta vez con el respaldo de la Banda de la Región Militar N° 7. Ambas presentaciones fueron recibidas con aplausos y reconocimiento.